Científicos encuentran “pruebas sólidas” del posible origen de la enfermedad del Alzheimer: tiene lugar en tu boca

Estudios recientes respaldan la hipótesis de que el Alzheimer podría ser una infección, aunque los mecanismos exactos aún se investigan. Un estudio de 2019 encontró Porphyromonas gingivalis, patógeno de la enfermedad de las encías, en cerebros de pacientes con Alzheimer.

Experimentos con ratones mostraron que la infección oral con este patógeno llevaba a la colonización del cerebro y a una mayor producción de beta amiloide, proteína asociada con el Alzheimer.

El equipo de investigación identificó enzimas tóxicas llamadas gingipaínas, secretadas por la bacteria, en cerebros de pacientes con Alzheimer, correlacionándose con marcadores de la enfermedad.

Lo más significativo es que estas gingipaínas se encontraron en cerebros de personas sin diagnóstico de Alzheimer, sugiriendo que la infección podría preceder a la demencia.

Este hallazgo apoya la idea de que la infección por P. gingivalis no es resultado de la demencia, sino un evento temprano que podría explicar la patología del Alzheimer.

Un compuesto experimental, COR388, mostró en ratones la capacidad de reducir la carga bacteriana y la producción de beta amiloide, abriendo la posibilidad de nuevos tratamientos.

La comunidad científica se mantiene cautelosamente optimista sobre estos hallazgos, considerando que podrían abrir nuevas vías para el tratamiento del Alzheimer.

Se espera que futuras investigaciones aclaren el vínculo entre la infección por P. gingivalis y el Alzheimer, y se exploren nuevas estrategias terapéuticas.

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