W Deportes
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Marcelino, el arquitecto de la zona cero

Actualizado a

Marcelino debutó en un banquillo hace 20 años, en el Lealtad, donde decidió bajarse en marcha del barco en el que goleaba el que ahora es su segundo (Uría). Con 32 años aún tenía vértigo. Tres ascensos y varias clasificaciones para Europa con modestos después, se ha ido haciendo un experto en poner orden entre ruinas mientras reúne méritos para pilotar un proyecto galáctico. Está más acostumbrado a la adversidad que al viento a favor. Siempre que triunfó fue en clubes ávidos de alegrías. La única vez que falló lo hizo con un Sevilla que venía de levantar copas y que se exigía brillar en Champions. Por eso, su llegada a Valencia llega en el momento ideal: con la entidad tocando fondo dispuesta a ponerse a sus órdenes, con la plantilla obligada a escuchar y con la afición desesperada por acabar con tanto caos.

A Marcelino le va la marcha. Tras su paso por el Sporting, donde consolidó a un herido, acudió al rescate del Recre, al que ascendió. Con el Racing hizo lo imposible: lo metió en la UEFA y, después, en su segunda etapa, lo salvó pese a Alí Syed. A Zaragoza llegó atraído por un proyecto faraónico en Segunda, de donde le sacó, pese a que en realidad era un incendio por el que rechazó ir a Mestalla. Tras La Romareda, llegó el Pizjuán, una espinita clavada que le invitó a reflexionar. Lo suyo era los muertos, así que la siguiente estación fue Villarreal. Lo cogió antes de visitar al Castilla. Perdió 5-0, pero en pleno luto se creció: subió al equipo, lo metió en la Europa League, donde llegó a semis, como en la Copa, y lo dejó cuarto. Tras romper con Roig, hasta el Inter, otro necesitado, le tentó. Con gomina, algún padrino y cien partidos más en su currículum como futbolista, otros grandes más ya le hubieran llamado. No le duele. Le motiva. Sabe que su sueño de pelear por los títulos, y dar el salto definitivo de bombero a campeón, pasa por sacar nota en este examen. Ya no hay vértigo.