De Arizona a Guadalajara, movidos por una pasión
Samuel Ortega y Bernardo Ibarra viajaron desde Tucson, Arizona para ver a las Chivas en la final de la Liga MX. Una pasión que traspasa fronteras.
Es la pasión que trasciende fronteras. Chivas es el club más popular no sólo de México. También de Estados Unidos. No son pocos los seguidores que tiene en el vecino país del norte. Y algunos de ellos han llegado este domingo a Guadalajara para ver la final frente a Tigres .
Samuel Ortega viene de Tucson, Arizona. Tiene 21 años. Es técnico dental. Está en la Perla Tapatía por segunda vez. "Vine al Clásico contra América hace unos meses. Lo ganó Chivas con el gol de Zaldívar", recuerda.
Su mamá es de Guadalajara. Él nació de aquel lado de la frontera. Pero la pasión por los colores rojo y blanco la trae desde la cuna. "Nací chiva. Mis papas eran chivas y cuando estoy aquí veo por qué le van a este equipo", explica.
Junto a él ha viajado Bernardo Ibarra. Tiene 25 años y también nació en aquel país. Es mesero en un restaurante de comida mexicana. Por primera vez, visita Guadalajara para ver a su Rebaño Sagrado. Viene de Phoenix, Arizona. Juntos, se movieron a Hermosillo vía terrestre. De ahí, avión a la Perla Tapatía.
"Le voy a Chivas porque es el mejor equipo de México, el más mexicano. Mi papá es de un Poncitlán, un pueblo aquí de Jalisco y es rojiblanco. Si gana Chivas, gana México. Por eso soy chiva de hueso colorado", detalla.
Ya traen boletos. Pagaron 300 dólares por cada uno. Más el viaje. La alimentación. En total, han gastado más de 600 dólares cada uno. Pero todo vale la pena. Tienen la esperanza de ver a Chivas ganar el título número 12 de su historia. De Arizona a Guadalajara. Movidos por una pasión.
