El Levante regresa a Primera
Un solitario gol de Postigo sirve al conjunto granota para lograr el ascenso un año después de perder la categoría. El Oviedo seguirá peleando por el playoff.
i un año ha tardado el Levante en volver a Primera División. El pasado 2 de mayo consumó su descenso en Málaga. Desde el principio de curso se vio que los granotas estaban de paso en Segunda División. En Orriols estaba todo preparado para la fiesta. Todos menos el Oviedo, que vendió cara su piel aunque no pudo evitar que el Ciutat de València explotara con el pitido final para invadir el campo y celebrarlo con sus jugadores.
Se vio desde el primer momento que los de Muñiz sabían que era el día. El que tanto habían soñado y esperado. Arrollaron al Oviedo en la primera media hora donde Insa, Pedro López y Roger pudieron desequilibrar la balanza. Pero ahí estaba Juan Carlos que se convertía en persona ‘non grata’ en el levantinismo. El pistolero fue el que la tuvo más clara en un mano a mano de los que no suele fallar. Pero falló. O la sacó el pie salvador del meta carballón.
En los últimos minutos del primer acto asomó el Oviedo por el área contraria y ahí apareció Raúl para contribuir a la fiesta salvando una subida de José Fernández. Con este guión levantó el telón el segundo acto. Los visitantes también se la jugaban y era su turno, pero no lo aprovecharon y ahí llegó el éxtasis. Minuto 56, córner a favor del Levante. La pone Campaña al corazón del área donde apareció imperial Sergio Postigo para llevarse todo por delante y marcar el 1-0 que reinó en el marcador hasta el final y le daba a los granotas el ascenso.
Quedaba mucho por hacer. Solo era el primer paso. De hecho, los de Hierro empezaron a apretar más todavía. El resultado no les valía de nada en su camino, también, hacia Primera. El Levante pasó a defender su tesoro con uñas y dientes, agazapado, a la espera de poder soltar un gancho mortal para noquear a su rival y finiquitar la faena. La sentencia no llegaba porque ahí seguía Juan Carlos bajo palos. Primer para sacarle un cabezazo casi a bocajarro a Casadesús en la misma línea. Y luego en un chutazo de Jason de falta directa muy lejana en la que puso los puños para impedirlo.
Se acercaba el final, Orriols empezaba a ser consciente de lo que se avecinaba. Pero el Oviedo seguía a lo suyo y a base de colgar balones al agua mantenía la tensión en las gradas. Toché tuvo la mejor para los visitantes con un remate de primeras al que Raúl respondió con una buena mano. Y con el pitido final, llegó la explosión final con los jugadores engullidos por su afición. No era para menos. El Levante es equipo de Primera División.