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GRANDES LIGAS

Cinco jugadores clave a seguir en la AL Este de la MLB para 2017

A poco más de un mes del inicio de la temporada regular, buscamos a aquellos que pueden marcar una diferencia a la hora de destronar a Cubs.

Actualizado a
Gary Sánchez ha devuelto la ilusión a la afición de los New York Yankees con sus home runs.
Rich SchultzGetty Images

A poco más de un mes del inicio de la temporada regular, buscamos a los jugadores que pueden suponer una diferencia a la hora de destronar a los Chicago Cubs como ganadores de las Series Mundiales y aquí tenemos a cinco que tienen mucho que demostrar (o recuperar) tras lo visto en 2016.

1. Aaron Sánchez (Toronto Blue Jays)

Cuando empezó el 2016, Sánchez competía por hacerse con el quinto puesto de la rotación. Finalmente lo consiguió, pero en Toronto tenían miedo. Miedo a sus actuaciones y miedo a las lesiones. No es lo mismo tener un ratio de BB/9 superior a 4 cuando se sale desde el bullpen que cuando se es abridor. Y no es recomendable que un chico de 23 años pase de 90 a 180 entradas lanzadas en un solo año. La gerencia y el cuerpo técnico decidió que ante cualquier problema Sánchez volvería al bullpen.

Este 2017 empieza con Sánchez luchando por el puesto de ace. Su 2016 fue espectacular. Multiplicó por dos el número de innings lanzados, redujo considerablemente las bases por bolas y su poderosa bola rápida no vio reducida su velocidad. Además, consiguió sacar buen rendimiento de otros lanzamientos a los que muy raramente había recurrido antes. Su buen hacer se vio recompensado al ser seleccionado para el All-Star y acabar séptimo en las votaciones del Premio Cy Young.

La ofensiva de los Blue Jays ya perdió algo de fuelle el año pasado. La marcha de Encarnación y Saunders este invierno no ayuda a mejorar la situación. Las opciones de los canadienses, por tanto, pasan por que su pitcheo responda positivamente. Si Sánchez consigue mantener el nivel Toronto estará un poquito más cerca de jugar en octubre.

2. Adam Jones (Baltimore Orioles)

Probablemente Jones nunca haya sido una súper estrella de la Liga. Ha sido un jugador tremendamente regular, con buena defensa y una gran personalidad. Su carisma es tan grande que ha sido capaz de llenar el hueco dejado por Cal Ripken Jr. en el corazón de los fans de Baltimore. Su problema es que las lesiones y la edad han venido acompañadas de cierta irregularidad.

Sus turnos al bate han ido perdiendo productividad en los últimos años y su defensa no es la que era. Es cierto que ha ganado cuatro Guantes de Oro a mejor defensor del año, pero su presencia en el jardín central es a día de hoy más perjudicial que positiva. Su perdida de velocidad condiciona todo el esquema defensivo del equipo y obliga a que los dos jardineros laterales jueguen muy cerca de él.

No está ni mucho menos acabado, y puede seguir siendo una pieza fundamental de Baltimore, pero parece necesario redefinir su rol. Moverlo al outfield derecho parece una decisión lógica, quizás por eso los de Maryland estuvieron a punto de fichar a Fowler el invierno pasado. También parece necesario colocarlo algo más abajo en el lineup, quizás en el quinto puesto. Si algo le sobran a los Orioles son bates. En cualquier caso es una pieza fundamental dentro del vestuario y un modelo en el jóvenes como Machado deberían mirarse.

3. Pablo Sandoval (Boston Red Sox)

Este es el tercer año del venezolano en Fenway, al menos eso dice su contrato. Lo cierto es que el jugador que enamoró en los Giants y fue capaz de hacerse con un MVP de las Series Mundiales aún no ha aparecido por Boston. La relación entre Sandoval y los Red Sox ha ido de mal en peor. Empezó con un 2015 malo y siguió con un 2016 en el que el tercera base no jugó prácticamente nada. Llegó al Spring Training pasado de peso y después de perder la titularidad, sufrió una misteriosa lesión que lo tuvo todo el año fuera del roster.

Las malas actuaciones del propio Sandoval y de sus sustitutos han provocado que en los dos últimos años la tercera base de Boston haya sido la más improductiva de las Grandes Ligas. Los distintos jugadores que han pasado por la ‘esquina caliente’ han acumulado un WAR de -1.7, el único negativo de la competición, y un wRC+ de 75.

Llevamos toda esta offseason viendo videos y fotos de Sandoval en la redes sociales. En ellos se le ve haciendo ejercicio y considerablemente más delgado de lo que estaba el año pasado. Los Red Sox le necesitan más que nunca. Con el traspaso de Travis Shaw a los Brewers, todo depende de él.

4. Gary Sánchez (New York Yankees)

Lo más triste del fin de la pasada temporada regular fue saber que íbamos a estar seis meses sin ver a Gary Sánchez. El catcher irrumpió en la liga en agosto, cuando los Yankees lo subieron desde las Menores. En sólo 53 partidos y 229 turnos pegó 20 home runs, recibió 24 bases por bolas y se fue hasta el 1.032 de OPS. Fueron dos meses mágicos que casi le valen para ganar el Premio de Novato del Año.

Será uno de los pocos alicientes para ver a la franquicia del Bronx en 2017. Después de prescindir de McCann, Beltrán, A-Rod y Teixeira, los neoyorquinos tienen un roster que combina jugadores cumplidores con veteranos poco ilusionantes. En los despachos confían en que la concurrida agencia libre del 2018 les permitirá rearmarse, pero para eso no solo necesitarán tirar de talonario, sino ser un equipo medianamente competitivo y atractivo. Ahí es donde Sánchez debe ser clave.

El catcher debe mantener vivo el orgullo de los Yankees y convertirse en una de las piedras angulares del nuevo proyecto. No será fácil. Las segundas temporadas nunca lo son. Y menos cuando eres la gran amenaza ofensiva del equipo y todos los pitchers te van a analizar con lupa.

5. Chris Archer (Tampa Bay Rays)

En 2016 Archer aspiraba a todo. Partía como uno de los grandes favoritos para el Cy Young y estaba en todas las quinielas para ser traspasado a un aspirante al título. Su año fue tan decepcionante para él como para la gerencia. Completó la peor temporada de su carrera y su valor de mercado bajo tanto que los Rays ni se plantearon buscar un trade.

Los problemas de Archer estuvieron relacionados con su bola rápida. Por alguna razón su velocidad se redujo y tuvo problemas de localización, con frecuencia colocaba la pelota en la parte alta de la zona de strike. Esto se tradujo en un número anormalmente alto de home runs.

Las buenas noticias son que sus otros lanzamientos fueron tan letales como siempre. Los ajustes que haya hecho durante este invierno deberían corregir los problemas del 2016 y ayudarle a liderar una rotación por la que pasan todas las opciones de los Rays. Si recupera sensaciones y Alex Cobb vuelve bien de la Tommy John podríamos encontrarnos con uno de los mejores tándems abridores de las Mayores.