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Mexicanos en el Mundo

Alcorconazo en penaltis al Espanyol de Diego Reyes

El Alcorcón se clasificó a octavos de la Copa del Rey en la tanda penaltis (3-4). El defensa mexicano jugó los 120 minutos.

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El Alcorcón se clasificó a octavos de la Copa del Rey en la tanda penaltis (3-4). El defensa mexicano jugó los 120 minutos.
ALEJANDRO GARCÍAEFE

Barrió al Espanyol en el primer tiempo, reculó y aguantó en el segundo salvo en una acción, y tuvo más poso que el Espanyol en la prórroga. El ‘Alcorconazo’ se fue cocinando hasta que, el fallo de Jurado en la tanda de penaltis, lo hizo realidad. Sin tanto ‘glamour’ como aquel de 2009 ante el Real Madrid, pero con el mismo mérito, los alfareros acceden a octavos de final de la Copa del Rey en el partido que, por la hora en que acabó, cierra 2016 en el fútbol español.

Ni siquiera se había acomodado el público en sus butacas cuando el Alcorcón, en el primer minuto, hizo una internada que Rubén Duarte salvó providencialmente. Declaración de intenciones en toda regla. La primera mitad resultó un recital alfarero, un baño. Los de Julio Velázquez regalaron numerosas raciones de su propia medicina al Espanyol: se vio a un Alcorcón escurridizo, con rápidas transiciones y que aprovechó las bandas, especialmente la izquierda, por donde Diego Reyes les invitaba a pasar una y otra vez. Y el balón parado, otra seña de identidad del conjunto de Quique Sánchez Flores, fue el recurso que llevó a los alfareros hacia el gol, en un córner que Álvaro Giménez cabeceó solo por un error en el marcaje de Rubén Duarte. Sólo Diego Reyes respondió antes del descanso, pero falló.

Prescindió Quique de Caicedo, Reyes y después de Rubén Duarte. y dio entrada a Hernán, Melendo y Aarón. Paulatinamente, empezó a apretar el Espanyol, pero no inquietó hasta el minuto 84, cuando una combinación entre Jurado y Piatti desembocó en la enésima asistencia del argentino para que Hernán igualara la eliminatoria. Tuvo Jurado la opción de evitar la prórroga, pero se atropelló. 30 minutos de regalo envenenado, pues salvo un remate alto de David Rodríguez, todo (sobre todo por el cansancio) fue una invitación a alcanzar la tanda de penaltis. Y la gloria para el Alcorcón.