La raza de Del Potro mantiene vivo el sueño de Argentina

Juan Martín del Potro ha sido otra vez el héroe de Argentina. El Renacido, que ha escalado más de 1.000 puestos este año en el ránking mundial y que fue plata en los Juegos de Río 2016, se armó de paciencia para superar en cuatro sets (6-4, 6-7 (6), 6-3 y 7-5) al cañonero croata Ivo Karlovic (2,11 m), que colocó hasta 35 aces durante un partido con muy pocos intercambios largos. Delpo se llevó la victoria (la 15ª en el torneo) y el primer punto para su equipo (1-1) con una tranquilidad pasmosa, sin perder los nervios ni la fe en ningún momento, contra la afición local pero con el apoyo de la numerosa hinchada albiceleste que se dio cita en el impresionante Arena Zagreb, con su otro Dios, Maradona, en las gradas.

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Karlovic arrancó con un error que le costó el primer set. Su dependencia del servicio es tan grande que si lo pierde ante un más que decente sacador como Del Potro, es muy difícil que lo recupere. Y el argentino inició el partido con un break. Después se dedicó a restar lo que pudo y mantener sus servicios. Suficiente. En la segunda manga, Karlovic le endosó 13 aces y se cuidó mucho de encajar otra rotura. Llegó al tie break y ahí tuvo sangre fría para remontar un 4-6 y llevárselo por 8-6.

Monólogos

La tónica del encuentro no cambió, puntos rápidos, poca variedad, poco espectáculo. Así maneja los partidos Karlovic. Un break en el octavo juego puso en bandeja el tercer set a Del Potro, que había empezado sacando y lo cerró con seguridad. La cuarta manga apuntaba a otro desempate. El croata seguía a lo suyo, dale que te pego con sus saques de hasta 229 km/h. Y Del Potro seguía resistiendo, paciente y a la espera de otro fallo de su rival. Y llegó en el momento más caliente: nuevo break y 6-5 para Delpo, que no desaprovechó la ocasión de ganar el punto y mantener vivo el sueño de toda Argentina: tocar por fin en su quinta final su primera Ensaladera.