Marcelo se ahorra 7 mil 564 kilómetros para el derbi
Brasil le liberó ayer tras ver una amarilla que le acarrea suspensión. El lateral se incorporará la próxima semana al trabajo con Zidane.
Cuando Zidane estaba viendo ayer el Brasil-Argentina (3-0) no pudo reprimir la sonrisa cuando el árbitro chileno Julio Bascuñán mostró la amarilla a Marcelo en el minuto 47, después de que el madridista se lanzara al suelo para derribar al Kun Agüero. El partido iba 2-0 para Brasil y esa tarjeta del número 16 de la Canarinha significaba la suspensión para el partido ante Perú en Lima (madrugada del martes al miércoles, 3:15 horas). Zidane va a tener a su lateral izquierdo antes de tiempo y más descansado, con 7.564 kilómetros menos de desplazamiento y con el ahorro de 10 horas de avión como mínimo. El brasileño estará en Valdebebas al comienzo de semana, en lugar del jueves como estaba planificado en un principio.
Tite, el seleccionador brasileño, le liberó ayer de la convocatoria. Hay buena sintonía con el seleccionador de la CBF tanto por parte del jugador como del club blanco. Con Dunga ni mucho menos existía esa relación porque le hizo la cruz desde los Juegos de Pekín, cuando el lateral tenía 20 años. Le excluyó del Mundial de 2010 y de la última Copa América, cuando le llamó “arrogante” y cuestionó su compromiso. Tite, en cambio, visitó Valdebebas a final del verano para hablar personalmente con Zidane y los brasileños del Madrid. Marcelo es una pieza fundamental en esta Seleçao. Es titular indiscutible por delante de Filipe Luis. Precisamente, el lateral rojiblanco apunta a titular ante Perú (“tiene muchas opciones”, dijo Tite). Esa amarilla mató dos pájaros de un tiro. Marcelo regresa más descansado y Filipe Luis con más desgaste. Por eso sonreía Zizou...
Visitó ayer por la mañana la cantera del Fluminense
Una vez liberado de sus obligaciones con Brasil, Marcelo se desplazó a Xerém, un barrio de Duque de Caxias (a unos 50 kilómetros de Río de Janeiro), donde el Fluminense tiene su Academia. El lateral del Real Madrid visitó a los Guerreirinhos. “Volví donde empecé. Si no hubiera jugado en el Fluminense habría sido difícil llegar a donde estoy. Al ver este sitio siento nostalgia. Es precioso y estoy seguro de que el futuro de Fluminense está en buenas manos”, dijo ayer en la televisión del club brasileño. Marcelo se crió en la cantera del Fluminense y saltó al primer equipo en 2005. Con apenas 30 partidos en el Brasileirao, el Madrid le fichó cuando tenía 18 años.
El madridista aprovechará el fin de semana que ha dado libre Zidane a la plantilla para disfrutar de sus hijos, Enzo y Liam, y su mujer, Clarice, que viajaron también a Brasil. El técnico francés ha fijado la vuelta al trabajo para el lunes, aunque es posible que los internacionales que no tengan que afrontar un segundo partido con sus selecciones regresen el martes. Será el 16º derbi para Marcelo: nueve triunfos, seis empates y una sola derrota (2-0 en Copa, en la 2014-15, en el Calderón).
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