Siempre un delantero entre los refuerzos mayores del TRI
Luis García en 1996, Omar Bravo en 2004 y Oribe Peralta, los nueves que reforzaron al TRI olímpico con suerte dispar.
La elección de los tres refuerzos mayores que irán con México a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 sigue en suspenso, y hasta una lesión ha puesto en duda al único de ellos que parecía seguro, el portero Alfredo Talavera.
El entrenador de la selección olímpica, Raúl Gutiérrez, ya expresó cierta molestia por no haber reservado a Raúl Alonso Jiménez y Andrés Guardado, dos opciones que él veía con buenos ojos, ya que al haber jugado la Copa América Centenario difícilmente serán prestados por sus equipos para estar en una competencia que coincide con el arranque de temporada de Benfica y PSV.
El futbol varonil en Juegos Olímpicos durante muchos años prohibió la participación de jugadores profesionales, luego a partir de Barcelona 1992 se permitió que jugaran futbolistas profesionales siempre y cuando no rebasaran los 23 años de edad.
Luego, por un acuerdo entre el COI y la FIFA, se permitió que a partir de Atlanta 1996, se pudiera inscribir a un máximo tres jugadores mayores de 23 años por selección.
México ha aprovechado esa modificación reglamentaria en tres ocasiones –no clasificó a Sydney 2000 ni a Pekín 2008- y siempre eligió como refuerzo a un delantero, Luis García en 1996, Omar Bravo en 2004 y Oribe Peralta en 2012.
De ellos sólo el primero no pudo anotar y no marcó diferencias, lo que sí hicieron, Omar Bravo, quien hizo dos de los tres goles del TRI en Atenas y Oribe Peralta, que yendo de menos a más, acabó siendo clave en la obtención de la medalla de oro en Londres 2012.
Peralta es uno de los apellidos que ha tomado fuerza para acudir a Río de Janeiro, igual que el guardameta Jesús Corona, que sería opción si se confirma la gravedad de la lesión de Talavera.
Corona, el guardameta de Cruz Azul, estaría disputando sus terceros juegos olímpicos, ya que estuvo en Atenas 2004 y, como refuerzo, en Londres 2012.
Otro portero que fue utilizado como refuerzo fue el acapulqueño Jorge Campos, que tras ser titular en el Mundial de Estados Unidos 1994 repitió en la cita olímpica dos años después en Atlanta.