Campestrini salva a La Franja y las Chivas se atascan
El portero argentino hizo una gran atajada en el último minuto para mantener el empate. Marcaron Fabián y Gutiérrez. Las Chivas se estancan en la décima posición.
Una atajada inconmensurable del estupendo Campestrini en el último minuto del tiempo regular definió el empate a uno entre Chivas y la Franja en el partido contraportada de la jornada 13 del Apertura 2015. Marco Fabián había adelantado al Rebaño pero Gutiérrez, casi al final de la primera mitad, aprovechó un craso error de Raúl López y decretó la igualdad. Ambos desearon buscaron con ahínco la victoria en el segundo tiempo. Pero sus deseos, igual de intensos, se neutralizaron. Punto salomónico.
El primer tiempo fue un tanto soporífero. Dos equipos en perpetuo estudio. La primera jugada de gol llegó hasta el 27', cuando Luis Gabriel Rey remató de bolea zidanesca un centro de Flavio Santos; Rodríguez, estatua de brazos de bronce, soportó el cañón y rezó para el que el cabezazo réplica de Rey se marchara fuera. La súplica dio resultado. Las Chivas recién exploraron aquel terreno inhóspito llamado 'área rival' pasada la media hora del encuentro. Fue entonces cuando Marco Fabián prendió un balón que botaba tímido frente a él; su trayectoria endemoniada rompió las falanges de Campestrini. Golazo. La Franja, visitante incómodo, no quiso quedarse atrás. Su respuesta requirió de la ayuda de su rival. Raúl López quiso resolver con un taconazo una cobertura defensiva y entregó el balón a Gutiérrez, quien enfiló a la meta y definió con un disparo que pasó entre las piernas de Rodríguez.
Al levantarse el telón de nueva cuenta, Raúl López quiso enmendar el error y envió un centro que fue rematado por Omar Bravo, su cabezazo de pillo, a contrapié de Campestrini, estuvo tan cerca como un cuchillo que esquiva Bruce Lee. El Puebla se sintió cómodo con la pelota. Equipo liviano, sus jugadores siempre encontraban a un compañero desmarcado, casi siempre terminó sus posesiones. Una incursión por la derecha de Rojas generó un remate que reventó la madera y una réplica de Gutiérrez, atajada por el vuelo de Rodríguez.
Las oleadas ofensivas de las Chivas, posesiones prolijas pero laterales, con más de siete hombres, finalizaban en pies poblanos. La mezcla de posturas rompió el partido. Rey disparó desviado al 77' e instantes después Bravo resolvió de punterazo un contragolpe. Cuando el último grano de arena cayó, Raúl López, en otro intento de redención, activó una bomba que obligó a la estirada atómica de Campestrini. Desvío con las yemas y saltó a destiempo. Marini respiró aliviado. Su Puebla sigue en zona de calificación. Las Chivas suman dos jornadas sin victoria. ¿Habrá terminado el efecto Almeyda?