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Clásico Nacional

Guadalajara se puso Bravo y silenció el Estadio Azteca

Con doblete de Omar Bravo, y con 10 hombres desde el 42, las Chivas supieron pegarle al América y aguantar el resultado. Marcador inesperado que tuvo controversia arbitral.

México DFActualizado a
Omar Bravo celebra su tanto en el Estadio Azteca
Mexsport

Una tarde que quedará en la memoria de muchos rojiblancos se vivió en el Estadio Azteca. Omar Bravo silenció el Coloso de Santa Úrsula con dos goles típicos de su carrera y el Rebaño Sagrado poco a poco sale de la crisis. Almeyda debutó en el Clásico Nacional con victoria y poco a poco comienza a callar bocas. Y, como siempre ocurre en los clásicos, la polémica no estuvo ajena ya que el cuerpo arbitral de Fernando Guerrero anuló un gol válido para el América. 

Una tarde gris y con ligera lluvia dio inicio al clásico nacional. Un cielo que parecía saber lo que le ocurriría al anfitrión, que pese a que intentó nunca encontró los caminos correctos para demostrar su dominio de balón, en una cancha que tantas veces lo ha visto celebrar ante su acérrimo rival. No apareció nunca el explosivo Rubens Sambueza, tampoco 'Riflecito' Andrade que tanta dinámica le ha entregado a Las Águilas las últimas semanas. Los de Ambriz simplemente hoy no tuvieron contundencia. 

Pero el sol sí apareció entre las nubes para Chivas. Al minuto 14 un pase mal entregado de Osvaldo Martínez hizo que una nueva historia mágica se escribiera para Omar Bravo Tordecillas. Era el primero para Chivas y para el mochiteco, que luchó el balón y esperó con paciencia la falla. Para aplaudir lo del veterano goleador.

La segunda estocada no tardo mucho más en llegar. Raúl López se escapó por la derecha y centró al medio del área, donde nuevamente el máximo goleador histórico del Rebaño Sagrado aparecería. Un cabezazo que significaba el 0-2 y la algarabía para Matías Almeyda que desde el banquillo se llenaba de ilusión: su primera victoria en un Clásico Nacional con tan solo dos partidos dirigidos. 

América no agachaba la cabeza, no quería morir viendo como su rival celebraba en casa, insitió con el dominio del balón a su favor y una entrada erronea de Carlos Salcido le significó un penal. Uno que había fallado quería lavar las heridas, Osvaldo Martínez cobró el tiro y con rabia, con fuerza desmedida, celebró con sus compañeros el descuento. Chivas se quedaba con diez hombres al 42 y el América se le acercaba.

El segundo tiempo sólo sería historia, el marcador no cambiaría y la sinfonía sería la misma de los minutos finales de la primera parte: Dominio y control absoluto del América que no se podía armonizar con los aplausos de su público. La suerte ya estaba echada, la victoria número 13 de los tapatíos ya estaba consumada. Una tarde gris, como las nubes para el América, una soleada para Chivas y el Omar Bravo.

El mochiteco se bañó de gloria en el que quizás podría ser su último clásico, su último duelo de rivalidad en el Azteca. Un doblete soñado que lo dejó con 129 tantos en el podio de máximo artillero y con seis en el escalafón de goleadores del Clásico Nacional. Bravo nuevamente cumplió con su gente y justo en un momento donde más se le necesita.

EL ARBITRAJE 

La terna de Fernando Guerrero estuvo bien durante todo el encuentro. Tuvo un correcto juicio en la expulsión de Carlos Salcido y el penal cobrado a favor del América.

Más tarde tampoco fallaron en no cobrar un supuesto penal de Israel Jiménez sobre Carlos Rosel. Hasta ahí todo correcto.

El error, y bastante grueso, estuvo en no cobrar el gol válido de Oribe Peralta en los minutos finales, que significaba la igualdad entre Águilas y Chivas. Una falla que pudo equilibrar el cotejo y que ahora González Iñarritú tendrá que evaluar y, posiblemente, castigar.