Triverio y Uribe calman al Toluca y deprimen a las Chivas
El Toluca derrotó a un ramplón Guadalajara que sólo atacó en el tramo final del partido, cuando los escarlatas defendieron con nueve jugadores. Bravo anotó su gol 124.
Con doblete de Fernando Uribe y tanto extra de Enrique Triverio, el Toluca venció 3-1 a las Chivas de Guadalajara en el Estadio Nemesio Diez y rompieron la mini racha de dos partidos consecutivos con derrota. Los Diablos escalaron hasta la octava posición de la tabla general, mientras que los rojinegros detuvieron su alza y vuelven a sentir el vacío del peñasco a sus espaldas.
Fue el Toluca galvánico en cuanto Ramos Palazuelos decretó el inicio de la batalla. Rojas y Carlos Gerardo Rodríguez surcaban sus praderas mientras Uribe y Triverio dominaban los terruños que vigilaba José Antonio Rodríguez. Fue Triverio quien se encargó de limpiar el polvo. Un cabezazo picado contra el césped obligó al manotazo de Rodríguez. Entonces Rojas desbordó a Ponce y colgó el balón en el área, como un cañonazo que se aleja en el horizonte; al otro lado del mundo aguardaba Fernando Uribe, quien amortiguó la cabeza para evitar que el proyectil le volara los sesos. El balón se marchó, imparable hacia las redes, a pesar del vuelo de Rodríguez. El chiverío, herido. Ay, Guadalajara, Guadalajara.
Siguió el Toluca con su órdago. El disparo de Rojas, que hacía 'patitos' en el césped como roca en un lago, fue atajado por el vuelo supersónico de Rodríguez. Antes del entreacto, Edgardo Marín se puso tras la espalda de Triverio mientras el centro de Rodríguez llovía sobre el área tapatía. El santafesino cayó al césped como Oribe Peralta en Nueva Jersey ante Costa Rica. Y como Guardado, ‘Quiquegol’ facturó la pena.
Tras el descanso, los Diablos siguieron hostigando al maltrecho Rebaño. No tenían fuerzas ni para balar. El Toluca se ensañó con la languidez del Guadalajara. Triverio ensayó una comba que casi arquea hacia las redes. Las Chivas obraron un milagro, cuando Bravo pescó el resultado de una carambola, sentó a Rojas y definió, con ayuda de Ríos, para vencer la oposición de Talavera. Fue Bravo, pero asemejó a Van Basten. O ‘Chava’ Reyes. Poco y nada de los tapatíos, hasta entonces. Y volvió a aparecer Fernando Uribe, para rematar una prolongación de Triverio cuando Rodríguez salió de la línea de gol para quedarse con la pelota. Estreno con doblete para el colombiano en la liga.
Espabilaron las Chivas cuando vieron a su rival dañado y la arena escurrirse, cada instante más rápido, hacia el compartimento de abajo. Ramos Palazuelos envió al exilio a Cueva, por talar los pies de Brizuela; y a Brambila, por equivocarse de deporte e incursionar en el voleibol en pleno partido de fútbol. Con sus líricos deportados, los escarlatas acudieron a la mano de obra y se parapetaron ante el acoso del Rebaño. Talavera, con reflejo felino, atajó un disparo kilométrico de Alanís a la salida de un córner y quedó a merced de Marco Fabián, quien envió el balón a la publicidad. Talavera ya suplicaba. Los rezos también tienen cobertura en el infierno.
Los Diablos respiran tras las dos derrotas de la semana pasada y las sospechas que se cernían sobre el liderazgo de Cardozo. ¿Y las Chivas? El Rebaño entró en depresión. Hoy salió del infierno, pero, realmente, apenas estaría entrando en él.