Tomás Roncero

El golazo memorable de Asensio provocará un cambio climático cuyo anticiclón podría instalarse definitivamente si el miércoles se consuma el pase a semifinales.

Tomás Roncero nos recuerda la eliminatoria copera entre Real Madrid y Leganés de 2003 cuando Solari salvó una situación complicada para los blancos.

Mis adorables padres, Félix y Amparo, hubieran pagado de su bolsillo con tal de poder ocupar mi asiento en la maravillosa comida que ayer tuvimos con Conchita Velasco.

A las 19:54 horas de hoy se cumplirá un mes justo de la conquista del Mundial de Clubes en Abu Dhabi. Un título más. Todo era felicidad para el madridismo militante.

Villarreal y Sevilla acechan. Por favor, acaben el campeonato con dignidad y aseguren una plaza en Champions como sea, señores.

Desde que irrumpió Rafa Nadal en nuestras vidas, siempre quise conocer Manacor. Quería tocar y oler el pueblo que vio nacer al deportista español más grande de todos los tiempos. Y, algo muy imporante para mí, uno de los madridistas más ejemplares que haya parido madre.

Ya lleva cinco este curso, el mejor en esa faceta desde que está en el Madrid. Se está mereciendo la titularidad. ¿Y si probásemos un tridente Lucas-Cristiano-Bale?

Las matemáticas dirán otra cosa, pero en el mundo real a los madridistas no nos pueden convencer de que el zapato de Cenicienta todavía se ajusta a la horma de esta Liga.

Si esta vez ha elevado con energía la voz en conferencia de Prensa es para dejar claro a su vestuario que él está en el lado de la raya que da a su vestuario.

El PSG sueña con el fichaje de Cristiano. Normal. Cristiano, él solito, es tan bueno como Neymar, Mbappé y Cavani juntos.

Ojalá los jóvenes llegados este verano tengan más minutos y veamos un Madrid más solidario. Con un equipo unido, todos los objetivos aún se pueden alcanzar.

Modric fue una bendita ocurrencia de Mourinho, que supo ver en el pequeño genio croata una luz que desde 2012 ilumina el juego del Madrid.

Zidane cae en un error cuando en conferencia de Prensa justifica su empeño obsesivo con Benzema asegurando que “es el mejor” o que va a defenderle “hasta la muerte”.

El Madrid nunca se rinde y Roncero está convencido de que los de Zidane han recuperado el ánimo para ofrecer de nuevo su mejor versión.

El terremoto de Lisboa

El 7 de enero de 1995 cambió la vida de millones de madridistas. El Madrid, entrenado por Jorge Valdano, le endosó un 5-0 imperial al Dream Team de Cruyff.

El cóctel navideño del Madrid en el Bernabéu sirvió para refrendar lo que ya sabemos de memoria todos los madridistas: este ha sido un año para la Historia.

Con Navas he visto al Madrid ganar estos años dos Champions, tres Supercopas de Europa, tres Mundiales de Clubes, una Liga y una Supercopa de España.

No habrá pasillo el sábado en el Clásico. No deja de ser el reflejo de la obsesión que hay siempre con el Madrid al otro lado del Puente Aéreo.

Con Cristiano, yo duermo más tranquilo. El día que se vaya (ojalá sea lejano), le valoraremos en su justa medida. Renato debe estar arrepentido.

Me quiero morir viendo el Bernabéu donde está. Donde permanece desde hace siete maravillosas décadas. En el corazón de Madrid, en los Campos Elíseos de la capital .

Por un instante asaltaron en mi cabeza imágenes tenebrosas, vacaciones de Navidad plagadas de choteo y pitorreo de mis cuñados...

El pasado 28 de junio fue uno de los días más felices para Abdullah Mohammed AlHosani, el activo y emprendedor presidente de la peña ‘Seven Emirates’ de Abu Dhabi.